Las sirenas

Existen pocos seres mitológicos que tengan tanta alcance como las sirenas, estos seres mitad mujer, mitad pez, han causado gran expectación, admiración y deseo, dentro de la literatura mitológica.

En la mitología griega, las sirenas representaban la seducción, el deseo, la lujuria y el peligro, pues los hombres mortales que escuchaban sus cantos, perdían la razón.

Las sirenas con su belleza y su don para el canto y la música, hechizaban y extasiaban a los marineros, que perdían la razón por completo, llegando a arrojarse al mar, para nunca más salir.

Las sirenas

El origen de las sirenas

La versión más aceptada, es que las sirenas son las hijas del dios río Aqueloo, el dios fluvial más importante y una de las musas, en otras versiones directamente de Gea.

Su don para la música, está derivado de su procedencia, como hijas de las musas, su número varía entre tres, cinco hasta ocho.

La más importante de ellas fue Parténope, la única de ellas que se supo de su muerte.

Inicialmente según los autores, las sirenas eran doncellas, que formaban parte del séquito de Perséfone, así, cuando sucedió el rapto de Perséfone, pidieron a la diosa Deméter que les diese alas para poder buscarla.

Cuando el tiempo pasó, la furia de la diosa de la agricultura no se hizo esperar, les quitó las alas y las castigó a que no pudiesen recorrer la tierra, convirtiéndolas en seres híbridos, mitad mujer mitad pez.

El canto de las sirenas

Las sirenas cautivaban con sus cantos y su belleza a los marineros, no se sabe si para devorarlos o bien por su compañía, lo unico cierto es que los hombres que caían presa de sus encantos jamás volvían.

La maldición impuesta por Deméter diosa de la agricultura, no quedó en una única transformación, pues si algún mortal pudiese resistir sus encantos una sirena debía morir.

Sólo dos héroes pudieron resistir al hechizo de estas seductoras criaturas, el primero fue Orfeo el músico, que con su don pudo apagar el embriagador canto en su expedición en la búsqueda del vellocino de oro.

El segundo fue Odiseo (Ulises) que por recomendación de la maga Circe, fue atado al mástil de su barco, cuando volvían su expedición tras la guerra de Troya, sus marineros se taparon los oídos con cera, sobrevivieron a su peligroso encuentro.

Tras el paso de Odiseo, la sirena que pereció fue Parténope, cuyo cuerpo fue llevado por el mar hasta Sicilia y enterrado allí con honores.

Sirena mitología griega

Las sirenas más allá de la mitología griega

La repercusión de las sirenas, va más allá de la mitología griega, ya que están presentes en casi todas las culturas y mitologías.

En Gales existe la historia de Dahud, una princesa, a la que los dioses castigaron a residir en el fondo del mar por toda la eternidad.

En España, las historias varía el comportamiento de las sirenas, ya que son seres benevolentes que avisaban a los marineros cuando se aproximaban a los acantilados.

Famosa es también la obra la Sirenita, la popular obra de Disney basada en el cuento de hadas escrito por Hans Christian Andersen.

Y ya por último tenemos la versión de la fe cristiana sobre las sirenas, en las que representan la peligrosa tentación en forma de mujer.

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