La caja de Pandora

La caja de Pandora es un mito muy bonito, da origen a la expresión abrir la caja de Pandora que decimos cuando vamos a tomar una decisión muy difícil que acabara en problemas.

Zeus y Prometeo

En el mundo además de los dioses, los hombres y algún que otro monstruo, existían todavía los titanes. Los titanes eran inmortales, nacieron mucho antes de los dioses, los padres de Zeus y de los primeros dioses del Olímpo eran titanes, el titán Crono y la titánide Rea.

Después hubo una gran guerra entre los titanes y los dioses, en la que vencieron los dioses y los titanes fueron encerrados, sólo permanecieron libres los titanes que ayudaron a Zeus en la guerra.

Prometeo era uno de ellos, era un titán muy bueno y muy inteligente pero por encima de todo era justo, y siempre quería ayudar a los hombres, incluso se dice que colaboró en la creación del hombre.

Prometeo sabía que Zeus estaba enojado con él, puesto que una vez le engaño, siempre le decía a su hermano Epimeteo que debía desconfiar de Zeus, puesto que tarde o temprano se vengaría de él.

Prometeo viajaba mucho y no tenía ningún temor por Zeus, sin embargo su hermano Epimeteo no era tan inteligente, vivía solo y deseaba poder pasar la vida acompañado.

El mito de la caja de Pandora

Pandora la primera mujer

Para castigar el engaño de Prometeo, Zeus llamó a su hijo Hefesto, que era el artesano de los dioses, podía crear cualquier cosa, armas, armaduras, carruajes, su arte no tenía límites, y le dijo:

—Hefesto, necesito hacerle un regalo a los hombres, quiero que crees a la mujer, a la imagen y semejanza de las diosas— dijo Zeus.

—Así sea padre— contestó Hefesto.

Y sin perder tiempo se puso a trabajar, pidió a su esposa, la diosa Afrodita que hiciera de modelo, ya que Afrodita era la más hermosa de las diosas del Olimpo. Cuando terminó, llamó a la primera mujer Pandora y el resto de los dioses quedaron impresionados por su belleza.

Pandora tenía el aspecto de una diosa, y los dioses le dieron muchos dones, Afrodita le enseñó la seducción, Atenea la educó en las tareas domésticas, Hermes le enseñó que era la mentira.

El resto de los dioses le dieron la gracia, la amabilidad, la paz y por último Zeus le dio la dio la curiosidad, además le dio una misteriosa caja y le dijo:

—Pandora, te doy un último regalo, en esta caja se esconde algo muy valioso y te pido que nunca, abras esta caja—

—Así se hará padre de todos—contestó la sorprendida Pandora.

Pandora y la misteriosa caja

Lo cierto es, que Pandora no entendió el significado de aquellas palabras, y Zeus la llevó con Epimeteo, el titán al ver la belleza de Pandora, olvidó por completo el consejo de su hermano de no aceptar ningún regalo de Zeus.

Epimeteo y Pandora fueron felices, él porque tenía a una maravillosa compañera y Pandora porque vivía entre sus iguales, pero a medida que pasaba el tiempo Pandora sentía mucha curiosidad por saber qué contenía la caja que le había dado Zeus.

Epimeteo no sabía nada de la misteriosa caja, pues Pandora la había guardado. Un día cuando ya no pudo aguantar más, Pandora fue a abrir la caja, quería saber qué era aquello tan valioso que escondía.

Dentro de la caja y por orden de Zeus los dioses habían puesto todos los males que podían sufrir los hombres, la enfermedad, la envidia, la crueldad, la guerra, la avaricia y muchos más, y al abrir la caja, los males se extendieron por el mundo, Pandora se asustó muchísimo y quiso cerrarla.

Pero ya era tarde, los males se habían escapado y cuando cerró la caja sólo quedó dentro, la esperanza, la única cualidad buena que pusieron los dioses dentro de la caja.

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