Hero y Leandro

El mito de Hero y Leandro, es otro de los mitos griegos en los que el amor, el sacrificio, la tragedia y la fortuna son sus elementos característicos.

La joven Hero, era una sacerdotisa de la diosa de la belleza Afrodita, vivía en Sesto, en la torre más alta de la ciudad, la joven era tan bella, que la comparaban a menudo con una más de las gracias.

Ella por su parte, no sonreía a ninguno de los muchos pretendientes que continuamente la cortejaban, pues solo tenía ojos para Leandro, el joven vivía en Abido, al otro lado del estrecho de los Dardanelos.

Los enamorados, que vivían en orillas opuestas, frecuentaban la costa, para que así, en los días soleados sus miradas pudiesen contemplarse, muy pronto los adolescentes pidieron su aprobación a los padres, pero estos se negaron en rotundo.

El plan de Hero y Leandro

Hero y Leandro, no deseaban nada más que estar juntos, así fue, como el amor todopoderoso pudo encontrar un modo de salvar el gran obstáculo del mar salvaje.

Cuando llegaba la noche y después de sus quehaceres en el templo de Afrodita, Hero bajaba de su torre con una antorcha encendida.

Leandro bajaba a la playa de Misia y escudriñaba una luz al otro lado de la orilla. Hero con sus antorcha le marcaba el camino y el punto de encuentro, el joven Leandro al divisar la luz, se sumergía en el agua y nadaba como un rayo al encuentro de su amada.

Allí en la orilla, los jóvenes colmaban sus corazones en sus nocturnos encuentros.

La torre de la doncella

La separación de Hero y Leandro

Leandro, descansaba en los brazos de su amada, pues al alba, debía regresar al estrecho y a la ardua tarea de la vuelta. Hero, cuando el sol asomaba al este, le untaba los brazos en aceite.

Y así ocurrió durante todo el verano, noche tras noche, siguieron haciendo lo mismo, antorcha, nado, aceite y besos de despedida. Hero y Leandro, se deleitaban en cada uno de sus encuentros nocturnos.

Pero el verano pasó y el crudo invierno vino con sus nubes frías y tempestades, a los enamorados no les amedrento la nueva situación, pues Leandro era ya un consumado y fornido nadador.

Llegó el día que la noche apareció muy oscura, parecía que Zeus en los cielos y Poseidón en los mares estuviesen disgustados, porque el cielo era negro y el mar no se quedaba atrás.

La tragedia en la torre de la doncella

Leandro bajó a la playa como cada noche esa noche de tempestad, después de sumergirse fue arrastrado bajo la negra agua, su respiración se quebraba y sus brazos por primera vez empezaron a flaquear.

Hero contemplaba horrorizada la escena, cubría la antorcha con sus ropas para ayudar a Leandro, con el corazón en un puño buscaba en la noche oscura a su amado, entre las furiosas olas y el viento cruel.

A la primera luz del día, subió a su torre deseando que Leandro estuviese a salvo y hubiese vuelto atrás, pero desde la torre divisó junto a las rocas un cuerpo inerte.

La joven doncella bajó a todo correr hasta la costa, para contemplar el cuerpo sin vida de Leandro, envuelto en agua y sangre, desgarrada de dolor, rompió sus vestiduras y se arañó el rostro gritando.

Después, subió a lo alto de la torre y se arrojó al acantilado para morir junto a su amante y unirse a él en la fama.

Si los mitos sobre el amor son tus favoritos, permíteme recomendarte los siguientes:

Píramo y Tisbe, el mito que inspiró a Shakespeare en su obra más famosa, Romeo y Julieta.

El mito de Orfeo y Eurídice, tiene el amor como su tema central, un amor que traspaso fronteras y mundos, pues el joven Orfeo, llegó a donde los mortales tenían prohibido.

Y ya por ultimo, el mito de amor de Eros y Psique, esta vez los protagonistas son el dios de amor y una mortal, que se enamorar más allá de sus almas.

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