El rapto de Perséfone por Hades, dios del inframundo, es el mito central en la historia de Perséfone diosa de la fertilidad y Deméter diosa de la agricultura.
Perséfone un día que no tuvo que atender a sus labores, bajó a la tierra, cerca del valle de Enna a recoger flores, Perséfone, llamada Proserpina en la mitología romana, era la diosa encargada de la germinación de las plantas y flores.
He aquí, que distraída en su tarea y en compañía de unas ninfas la tierra tembló y de una gran grieta en el suelo, apareció el señor del inframundo Hades, en su carro.
Lo que pasó a continuación ha sido contando de diferentes maneras, las más romántica fue que, Hades en cuanto vio a la joven quedó enamorado, pero sabiendo que Perséfone, Kore, era hija de Zeus, se dirigió al Olimpo.
Allí, pidió permiso a su hermano para cortejar a la doncella, Zeus que por primera vez vio a su hermano mayor enamorado, no le contestó, simplemente le guiño un ojo.
Otra versión fue que Eros, jugueteando con sus flechas, por error, disparó un flecha con punta de oro a Hades, que abrió una grieta desde las entrañas de la tierra y cuando contemplo a Perséfone la flecha del amor hizo su efecto.
El rapto de la doncella Perséfone
Sea como fuere, el señor del reino oscuro montó a la joven Perséfone en su carro y la condujo al interior de la tierra, a sus siniestros dominios, el Hades. Las ninfas compañeras de Perséfone huyeron aterrorizadas.
Deméter, tuvo el presentimiento de que a su hija le había pasado algo y fue en busca de la joven, al no encontrarla la dolida madre buscó a su hija el resto del día y la noche.
Gritaba y la llamaba en vano, vagó por la tierra y el mar durante muchos días, pero ni el sol ni la luna le mostraron la cara de su hija querida.
Fue entonces, cuando la Deméter, adoptó la forma de una anciana llamada Doso, para así poder hablar con los mortales y llegó a Eleusis, donde recibió la hospitalidad de sus regentes.
Conmovida por el dolor de la diosa, Hécate una diosa de la luz, le dijo que preguntara al dios Apolo dios del sol, aquel que todo lo ve, por el paradero de su hija.
Apolo sobrino de Deméter y hermanastro de Perséfone por parte de Zeus, le dijo que el autor del rapto de Perséfone fue Hades.
El enfado de Deméter
La diosa se dirigió a Enna, allí donde Perséfone desapareció, pero la grieta de la tierra estaba cerrada, fue entonces cuando las ninfas compañeras de Perséfone hablaron con la madre y del cruel rapto de Perséfone.
La noticia desesperó a la diosa, maldijo la tierra y al suelo de Sicilia, sus lágrimas cayeron como una plaga sobre los campos y las arboledas, que dejaron de dar fruta para hombres y animales.
La gente pasó hambre, los mortales lloraron a los dioses, que temían perder su adoración y sus sacrificios.
Deméter acudió en busca de Zeus y le dijo:
— Jamás en mi vida he conocido un dolor igual, pues has de saber que ni siquiera los años que pasé en el vientre de nuestro padre sufrí así, si mis lágrimas no te conmueven, se consciente del orgullo de un padre—
Zeus observó como su hermanada suplicaba y contestó: — Ella es tu hija tanto como la mía y mi honor así como tu dolor reclama venganza— dijo Zeus.
— Sabías son tus palabras hermano, pero has de saber que hasta que mi hija no regrese, no abandonaré el Olimpo y la tierra enfermará y los mortales morirán de hambre— contestó Deméter.
Perséfone la señora del inframundo
En el inframundo, el ánimo de la joven Perséfone se apago y se marchito como una flor, en un lugar tan falto de vida como el inframundo.
La doncella dejó de comer y de beber, confinada voluntariamente en una estancia que Hades había acondicionado para ella.
Hades se entristeció, porque el amor que sentía por la muchacha era muy grande. Con el paso del tiempo, Perséfone accedió a hablar con él y poco a poco fueron conociéndose.
Llegó un día, que la joven le pidió permiso a su captor para comer de las granadas de el único árbol que había en el Tártaro. Hades le advirtió que quién comiese de las semillas de esas granadas no podrían abandonar el inframundo.
No quiso mentirle, así estaba escrito por las parcas y ningún hombre ni dios podían cambiar ese aciago desenlace.
Perséfone sea por el destino, o porque empezó a apreciar a Hades, o por el hambre que sufría, comió a partir de ese día una semilla.
El pacto de Zeus
Ante la amenaza de Deméter, Zeus llamó a Hermes a buscar a Perséfone al mundo inferior y llevarla al Olimpo, al cabo de un tiempo, madre e hija se abrazaron y la pena de Deméter mitigo.
En ese momento Hades apareció en el Olimpo, hizo una reverencia a Zeus y a su hermana Deméter, pero la que habló fue la misma Perséfone.
— Padre, madre, contenta estoy de ver la luz y de regresar junto a vosotros, el dolor causado a mi madre pesará en mi corazón, como lo que ahora diré— dijo Perséfone.
— Habla y arroja algo de luz— contestó Zeus.
— En mi estancia en el reino de Hades, he comido voluntariamente seis semillas de la granada del árbol del inframundo, por lo que estoy condenada a vivir eternamente en el reino aquellos que mueren—
— Porque ahora estoy dividida en dos, entre mi madre y mi esposo, pues deseo que ser parte de la vida y la muerte sucesivamente, ya que son dos caras de la misma moneda— dijo Perséfone.
Deméter, Perséfone y Hades fijaron su mirada en Zeus, que después de meditar dijo: — Así sea, Perséfone, pasarás la mitad del año en compañía de tu esposo atendiendo a los asuntos del inframundo—.
— Y la otra mitad del año la pasarás junto a tu madre, portaras la alegría a la tierra que germinará y traerás el crecimiento a los campos y jardines— dijo Zeus.
Perséfone la diosa de la germinación
Los tres dioses acataron contentos el mandato de Zeus, así fue como la tierra cuando Perséfone acompañaba a su madre crecía verde con una joya.
Los árboles secos brotaban y las plantas florecían, los hombres podían comer con los frutos que les proporcionaba la tierra.
Igualmente años tras año, la joven Perséfone regresaba junto a su esposo, la tierra se secaba y llegaba el otoño, las flores tornan pálidas y así quedarían hasta la llegada de la primavera.
El rapto de Perséfone es el mito griego que da origen a las estaciones, pues cuando la joven sale del inframundo simboliza la llegada de la primavera. Y cuando regresa al reino del Hades ocupa su lugar como reina del Inframundo y el otoño llega al mundo.
Muy interesante muchas gracias
Muchas gracias Tere, la verdad es que es uno de mis mitos favoritos