Las orejas de burro del rey Midas

El rey Midas, fue muy nombrado en la mitología griega, en el mito que hoy nos ocupa, será una parte de su cuerpo la protagonista, en concreto, las orejas de burro del rey Midas.

El buen rey, ya tenía cierta experiencia en el trato con los dioses, pues fue el personaje principal del mito el oro del rey Midas, en el que gracias al don del dios Dionisio, todo lo que tocaba se convertía en oro.

Aquello no acabó muy bien, el monarca, escarmentado de sus acuerdos con los dioses volvió a estar en problemas, esta vez con el dios Apolo, el que todo lo ve.

La competición musical entre el dios Pan y el dios Apolo

Un día como cualquier otro, su majestad estaba paseando por un bosque con todo su séquito real, pues los reyes jamás viajaban solos, la comitiva hizo un alto, pues en medio del bosque estaban el dios Pan y el dios Apolo.

Los dioses estaban discutiendo, pues Pan dijo que la música de su flauta, la siringa era superior a la de Apolo con su lira, aquello fue una ofensa enorme, pues Apolo, era el dios de las artes y la música.

Con ellos se encontraba Tmolo, el dios de la montaña que había sido designado como árbitro en la contienda, cuando el grupo vio acercarse al rey Midas, le ofrecieron un lugar como mediador.

Y así, empezó el concurso musical entre los dioses, empezó primero Pan, que tocaba su flauta de caña o flauta de Pan, la siringa, Pan era un fauno, tenía la mitad del cuerpo de macho cabrío y la mitad de hombre.

Amaba la música, su flauta la siringa tenía nueve agujeros, la música que tocó fue muy suave y alegre, mientras tocaba saltaba y bailaba de forma muy divertida.

Después le llegó el turno a Apolo, con su lira en la mano, el dios más bello de la mitología griega, ofreció a los jueces del concurso una música tan agradable que tanto Tmolo como Midas creyeron que estaban en un sueño.

El veredicto del rey Midas

Al finalizar su actuación, los jueces pensaron detenidamente quién había sido mejor, ambos le tenían miedo a Apolo, ya que tenía un carácter feroz y su temple podía ser muy peligroso.

Se hizo el silencio, entonces el dios Apolo dijo:

— ¿Cuál es el veredicto?—

Tmolo, consideró que la música de Apolo fue mejor, aparte dijo que la música que salía de una lira siempre sería superior a la melodía que podía ofrecer una flauta.

Fue el turno de Midas, que todo hay que decirlo, era un poco duro de odio, por lo que manifestó que la música de Pan, fue más agradable de escuchar.

Dios Pan

 

El concurso había finalizado, pero Apolo enfadado por la soberbia de Midas le llamó burro, después le castigó, pues al buen rey le crecieron un orejas de burro.

Midas huyó tapándose la cabeza con sus ropas, temeroso de otro castigo peor por parte del dios, su comitiva partió hacia palacio de inmediato.

Para disimular su desgracia, empezó a usar un tiara, que es un gorro muy grande, ya que tenía mucha vergüenza de que nadie supiese de su desgracia.

El secreto de las orejas de burro del rey Midas

La única persona que sabía el secreto del soberano, era su barbero, pero bajo pena de muerte debía guardar silencio, al principio el pobre hombre guardo su secreto, pero a medida que el tiempo pasó se hizó una pesada carga.

Un día cuando el hombre ya no podía aguantar más, salió de la ciudad, buscó un lugar apartado y excavó un hoyo muy profundo y susurró:

— El rey Midas tiene orejas de burro— después volvió a tapar el hoyo.

Por desgracia del pobre peluquero, allí crecieron una cañas que cuando el viento las movía decían:

 — El rey Midas tiene orejas de burro—

Y así, todos conocieron el secreto de las orejas de burro del rey Midas.

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