El mito de amor de Eros y Psique es una maravillosa historia de amor entre un dios Eros y una mortal, Psique y el significado del verdadero amor y la unión del alma y el amor.
La belleza de Psique
En el país de Anatolia un famoso rey tenía tres hijas, las dos mayores se casaron con príncipes, pero la menor llamada Psique, no encontraba ningún pretendiente, cosa que preocupaba a sus padres.
Psique era muy hermosa, todos pensaban que era la reencarnación de la diosa Afrodita. Todos creían que Psique era un diosa, le hacían reverencias y le tiraban ramos de flores a sus pies.
Era tal su belleza que los templos de Afrodita cerca de Anatolia quedaron vacíos. La diosa Afrodita celosa de Psique hizo llamar a Eros, su hijo, el dios del amor y le dijo:
— Quiero que vayas a Anatolia, allí vive un mujer llamada Psique, todos piensan que es más hermosa que yo, quiero que se enamore de la persona más horrible y miserable que exista—
— Así se hará madre— respondió Eros, que nunca desobedecía a su madre.
Eros se enamora de Psique
Eros era el dios del amor y utilizaba sus flechas para hacer que la gente se enamorase, nadie podía verlo, tenía el aspecto de un joven, con unas alas blancas en la espalda, sin esperar más se dirigió a cumplir su misión.
Pero cuando fijo su mirada en Psique por primera vez, se enamoró completamente, y se puso tan nervioso al verla que una de sus flechas se le disparó en el pie.
Psique por su parte aceptaba triste que ningún hombre la amase. Los padres de Psique tenían miedo de hacer enfadar a la diosa, por lo que decidieron consultar a un oráculo.
La respuesta del oráculo fue terrible, Psique se casaría pero no con un hombre, si no con uno a quien todos, incluidos los dioses tenían miedo, para ello tenían que vestirla con un traje de novia y dejarla esa misma noche en lo alto de una montaña rocosa.
Los padres obedecieron al oráculo, acompañaron a su hija a lo alto de la montaña, la pobre Psique lloraba desconsolada, pero sabía que no podía escapar a su destino.
Y esperando a su terrible esposo Psique se durmió, Céfiro el dios del viento del oeste la llevó en una cama de flores hasta un valle secreto.
Psique y el valle secreto del amor
Cuando Psique despertó se quedó maravillada, nunca había visto un lugar tan hermoso, era una valle con árboles y en medio había un río de aguas cristalinas, y en la orilla del río había un palacio con pilares de oro y marfil, las paredes estaban hechas de gemas preciosas.
La joven estaba maravillada pues la belleza del lugar era increíble, imaginó que su esposo debía de estar dentro del palacio, por lo que se decidió a entrar.
Pensó que era extraño que un monstruo pudiese vivir en un lugar tan bello, para su sorpresa la puerta estaba abierta, dentro el palacio era aún más impresionante, había tesoros por todas partes, la decoración era exquisita.
— ¿Quién puede poseer tantas maravillas?— preguntó en voz alta Psique.
— Son todas tuyas y nosotros somos tus sirvientes, lo que nos órdenes lo haremos— contestaron una vocecillas agradables.
Nunca había sido tan feliz Psique, se dio un baño en una bañera de oro y se sentó en una mesa reluciente repleta de ricos manjares, comió y bebió auténticos manjares mientras una suave música y un coro de dulces voces llenaban el salón.
La identidad del misterioso marido de Psique
Aquel día fue un sueño, por la noche se fue a dormir a una cama inmensa pero comodísima y se durmió de inmediato, a media noche se sobresaltó, noto una presencia a su lado y casi gritó de terror, pero la presencia la estaba abrazando muy suavemente y le dijo:
— Querida Psique, soy el marido elegido para ti por el destino, no te diré mi nombre, y te pido que no intentes ver mi cara, solo has de saber que mi amor por ti es sincero y aquí no encontrarás ningún mal—
La voz era una melodía, mientras hablaba le acariciaba y durante toda la noche le hablo del amor y se ganó el corazón de Psique, que por primera vez supo lo que era el amor.
A la salida del sol, se fue y le prometió que regresaría con la oscuridad, como se hizo noche tras noche, susurros y abrazos.
La desgracia cae sobre Eros y Psique
Por el día Psique estaba sola, tenía a sirvientes con sus preciosas voces musicales y por la noche su esposo regresaba a su lado, un día le preguntó:
— Esposo mío, ¿ Podría recibir la visitas de mis hermanas?— dijo Psique.
— Psique querida mía, tus hermanas no quieren nada bueno de ti, traerán odio y peligro a nuestro amor— Contestó él.
Aquello entristeció mucho a Psique y unas lágrimas le cayeron por su rostro, pero su esposo incapaz de verla llorar aceptó, puso una única condición, que no les hablase de él.
La joven aceptó y se sintió muy feliz, el dios Céfiro como anteriormente hiciese con ella, le aproximó a sus dos hermanas y las llevó al palacio donde vivía Psique.
Las hermanas se alegraron mucho, se sorprendieron del palacio donde vivía Psique, le preguntaron sobre el dueño de esas riquezas y la joven les contestaba con respuestas cortas, pues no quería faltar a la promesa que había hecho, y las despidió cuando el día llegaba a su fin, pues su esposo pronto regresaría y les ofreció muchos regalos.
A la mañana siguiente las hermanas volvieron, pues estaban muy intrigadas por ese hombre que era más rico que sus maridos, llenas de envidia hacía Psique, intentaron averiguar su secreto, cada vez más insistentes.
La separación de Eros y Psique
Por la noche su amado le dijo a Psique:— Mañana volverán tus hermanas e intentarán que me descubras, y ese será el fin de nuestra felicidad.—
Al día siguiente nuevamente se presentaron las hermanas y engatusaron a la joven Psique hasta que ella acorralada ante las amenazas les contó que nunca había visto a su marido y que solo la visitaba por la noche y no sabía su nombre.
— Hermana nosotras lo sabíamos, debes creernos pues es un monstruo y planea devorarte una noche, no quiere que veas su rostro pues es horrible— dijeron las hermanas.
— No se que debo hacer, si escuchar a mi corazón o a mis hermanas— dijo Psique.
Las hermanas trazaron un plan, le dieron una lámpara y un cuchillo afilado, le aconsejaron que cuando su esposo durmiera encendiera la lámpara y le clavase el cuchillo en el corazón.
La angustiada Psique esperó a que su esposo llegará y cuando noto que su respiración se calmaba y que dormía plácidamente encendió la lámpara con una mano y levantó el cuchillo con la otra.
Casi gritó con la imagen que tenía ante sí, no era un monstruo sino el rostro más hermoso y dulce que jamás había contemplado, era el dios Eros, con su hermosas mejillas, su alas en la espalda y una juventud divina.
A su lado estaba su arco y sus flechas del amor, Psique se enamoró aún más de su esposo, ante la hermosa visión de su esposo Eros el cuchillo de su mano empezó a temblar, fue entonces cuando quiso besar al dios que dormía a su lado.
Psique conoce las intenciones de Afrodita
Con tan mala suerte que el aceite de la lámpara cayó sobre el hombro de su marido, que se despertó de un salto, con una mirada vio a Psique con una lámpara en una mano y un cuchillo en la otra.
— Amada mía, has sido mi primer y único amor en mis años inmortales, pero has arruinado nuestro amor y has escuchado a tus traicioneras hermanas, ahora debemos separarnos— dijo Eros.
— Pero, ¿Por qué?, amado mío, siento mucho lo que ha ocurrido y espero que me perdones— contesto Psique.
— Has de saber, que mi madre Afrodita me encomendó la misión de hacerte enamorar de alguien desagradable, pero al verte, quede prendado de tu belleza, por eso has permanecido aquí oculta, si mi madre ve que no lo he hecho su ira será terrible. — dijo Eros.
Entonces Eros, extendió sus alas y voló sin una mirada de perdón. En ese momento el palacio encantado se desvaneció y Psique quedó sola en la más fría oscuridad.
La penitencia del alma de Psique
Psique fue presa de la desesperación, ni siquiera el refugio de sus padres o hermanas pudo persuadirla, no tenía fuerzas para la vida y empezó a buscar por el mundo noticias de su esposo.
Camino sola con la esperanza perdida, Eros por su parte aprendió por primera vez en dolor del amor, dejo de comer y beber, era incapaz de dormir, hasta que un día la diosa Afrodita, al ver el estado en el que se encontraba su hijo lo mandó llamar.
La diosa escuchó toda la historia y se enfureció muchísimo, castigo a su hijo por amar a una mortal, la amenazó con quitarle sus alas y su arco, las demás diosas del Olimpo intentaron en vano calmar a Afrodita.
Mandó a Hermes, el mensajero de los dioses a proclamar a cualquiera que acogiese a Psique sería declarado enemigo de los dioses, en cambio si alguien la entregaba recibiría como recompensa siete besos de la misma diosa Afrodita.
Psique busca el perdón
El terrible mensaje llegó a oídos de Psique y decidió ir en busca de Afrodita para pedir clemencia, busco en cada templo de Afrodita y rezó para encontrar a la diosa madre de su esposo.
Cuando por fin llegó a las salas de Afrodita está dijo: — Al fin, ¿Vienes a saludar a tu suegra? Tu que has sido declarada más hermosa que la diosa del amor—
Psique se arrodilló y espero a recibir el castigo de la diosa, que dijo — Una mujer tan fea como tu puede encontrar marido trabajando, así que yo te haré trabajar, aquí en este montón hay mezclados trigo, cebada, mijo y judías, sepárame estas semillas, poniendo cada clase aparte y quiero verlo hecho por la tarde—
Psique quedó arrodillada, triste y desesperada, aceptó su castigo por lo que había hecho, lloraba y lloraba pero era incapaz de hacer la tarea que le encomendó la diosa, sabía que al llegar al tarde la Afrodita la haría azotar o algo peor.
Eros que lo había observado todo desde la distancia, mando a un grupo de hormigas para ayudar a Psique en la tarea, las hormigas trabajaron durante todo el día, separando las semillas y cuando lo hicieron desaparecieron.
Los castigos de Afrodita
Cuando Afrodita regreso se enfadó muchísimo al ver que la tarea había sido realizada y la dejó dormir en el suelo. Al día siguiente mandó llamar a Psique y la llevó a una colina rocosa, le mostró un matorral que alimentaba a un rebaño de carneros salvajes que tenían una lana dorada muy hermosa.
— Son muy fieros, pero quiero un puñado de su lana, tráela para mi, antes de que el sol se ponga— dijo Afrodita.
Aquello era un prueba muy dura, los carneros eran muy agresivos, tan pronto como intentaba acercarse los carneros la envestían con sus cuernos.
La desesperada muchacha se acercó a una laguna que había cerca y se puso a llorar, entonces una ninfa de agua se acercó y le dijo:
— Psique te puedo ofrecer una solución a tus problemas, ahora hace mucho calor y los carneros están muy nerviosos, pero más tarde estarán cansados y se tumbarán a la sombra a dormir, entonces podrás quitarles la lana— Psique agradeció la ayuda a la ninfa y aceptó el consejo y cuando los carneros se sentaron a descansar reunió una bola de lana dorada.
Psique recibe ayuda para obtener el perdón de Afrodita
La ira de la diosa fue en aumento al verla completar la tarea, le encomendó la última y la más difícil de las tareas y así le dijo:
— En la montaña nublada nace un río negro que riega las marismas estigianas y cae en el salvaje río de Cócito, llena esta urna de cristal con su agua y tráemela antes de la puesta del sol—
Psique cogió la urna y empezó a subir a la montaña, pensó que nunca regresaría viva, pues el camino estaba plagado de bestias espantosas y la cima de la montaña era un lugar frío del que ningún mortal se había atrevido a pisar.
Desesperada y agotada se dejó caer fruto de la angustia, fue entonces cuando sobre su cabeza apareció un águila, Psique pensó que había llegado su final.
Pero esa águila no era un águila normal, sino que era el águila de Zeus, que le ayudó en su tarea pues Eros le había ayudado cuando volaba con Ganimedes desde el monte Ida.
— Conozco tu tarea y morirás antes de llevarla a cabo, pues incluso los dioses temen esa negra agua, pero yo puedo hacer este trabajo.
El águila cogió en sus garras la urna y paso por las bestias y regreso con la urna llega de agua estigiana hasta Psique.
—¿ Eres una bruja o una hechicera, que haces fácilmente todos los trabajos que te encomiendo? Debes saber que aún tengo más tareas para ti, y que sabrás lo que es tener a una diosa del Olimpo como enemiga— dijo Afrodita.
Eros se enfrenta a su madre
Eros, que estaba encerrado pero escuchaba todo, todavía estaba enamorado de Psique, se escapó en busca de Zeus, el señor del Olimpo para que le ayudará y le permitiese casarse con Psique
— ¿Tú me pides ayuda? Eros has practicado tus travesuras con tus condenadas flechas con todos los dioses del Olimpo, has sido y serás el niño mimado de todos, pero te garantizo tu petición, porque la mereces. — dijo Zeus.
Hermes llamó a convocatoria de los dioses para discutir el problema, empezó diciendo:
— Todos conocemos las artes de Eros y sus flechas, pero ha crecido entre nosotros y creo sinceramente que le ha llegado la hora de sentar la cabeza, ha elegido una mujer mortal que es muy hermosa y ella a demostrado que es digna de su amor.—
— Y a ti Afrodita, la más bella entre las diosas te pido que no te opongas, hazla su igual y yo la ascenderé a diosa y la recompensare con la inmortalidad.—
Todos los dioses celebraron la unión, incluso Afrodita, ya que su hijo por fin volvía a sonreír, Eros y Psique fueron muy felices y pasado algún tiempo tuvieron una hija que se llamó Hedoné, una de las tres Gracias.
Y así el mito de amor de Eros y Psique acabo felizmente.
Muy bueno yo creo en los Dioses y se que aun hoy estan gracias
Muchas gracias por comentar María Isabel, a mi la mitología me apasiona