En la mitología existen varios mitos sobre cómo hombres y mujeres compitieron contra los dioses, esta es una de esas historias, el mito de Aracne.
Aracne la mejor tejedora
En Lidia vivía un famoso tintorero, que tenía una hija llamada Aracne, el taller de su padre era muy concurrido, pues venia mucha gente a observar los bordados de Aracne.
Su fama se debía a que los tejidos de Aracne eran maravillosos y cualquier cosa que imaginaba era capaz de dibujarla en las telas.
Poco a poco, el trabajo de Aracne llegó a los oídos de la diosa Atenea, que era la diosa de las artes y le dijo a los hombres que Aracne debía poseer su misma habilidad.
Atenea y Aracne
A Aracne no le gustó nada eso, ya que ella estaba tan segura de sí misma, que no quería deber su talento a nadie más, incluso decía que ella era mejor que la diosa.
—No hay nadie en el cielo o en la tierra mejor tejedora que yo— decía Aracne — Si Atenea viene probaré que soy mejor que ella.—
Cuando Atenea escucho eso, se enfadó muchísimo, porque ella era la diosa de la sabiduría y de la artesanía, nadie era capaz de bordar mejor que ella, aún así le dio un segunda oportunidad.
La diosa Atenea se transformó en un anciana que visitó el taller dónde Aracne bordaba y contempló al arte de Aracne y dijo:
—Tu arte es maravilloso joven Aracne, pero debo advertirte que ningún trabajo humano es tan bueno que no pueda ser mejorado por los dioses—
A lo que Aracne contestó muy enfadada — Anciana, guarda tu consejo hasta que te pregunte, yo no necesito lecciones de la edad, ni sobre lo que hago.—
—No hables de esa forma, la edad y la experiencia traen sabiduría, puedes enojar a la diosa—dijo la anciana.
—La diosa Atenea no se atreve a probar su habilidad conmigo, si estuviese aquí la retaría, para saber quién de las dos es la mejor tejedora—
—Así sea ¡Aquí estoy!— y la anciana se transformó en la Atenea, la diosa estaba muy ofendida y desafió a la joven.
Aracne se quedó sorprendida, ya que no se esperaba tener a la diosa delante, pero pronto retomó su confianza y acepto el reto.
El reto de Aracne a Atenea
La prueba era muy sencilla, se prepararon dos telares y cada una debía tejer un bordado.
Las rivales empezaron con rapidez, el diseño de Atenea dibujaba a los dioses del Olimpo en la Acrópolis de Atenas, ya que ella era su protectora, alrededor de la Acrópolis estaban dibujadas escenas de hombres y gigantes.
El tejido de Aracne, representaba historias sobre vergüenzas de los dioses, Zeus transformado en animal, el dios Apolo, hermano de Atenea como pastor. El bordado de Aracne estaba trabajado de un forma maravillosa y cualquiera que lo contemplase podía creer que los dioses y animales estaban en movimiento.
Acabada la competición Atenea admitió que el tejido de Aracne era perfecto e insuperable, pero se enfadó muchísimo por el tema que había representado y rompió el tapiz y el telar de Aracne.
Después golpeó muy fuerte a Aracne, mitad por envidia, mitad por indignación, ¿Cómo podía una doncella mortal ser mejor que una diosa? La joven Aracne por fin se dio cuenta de su error, estaba muy asustada y creía que pronto moriría.
Entonces la diosa castigo a Aracne, su cuerpo se hinchó, se le cayó el pelo, y sus brazos y piernas cambiaron, Aracne había sido transformada en una araña y fue condenada a tejer para siempre.